Es sobre ella y los personajes que he conocido que interpreta Sarah Jessica Parker.
He visto mil y una veces Sexo en Nueva York (Sex and the City). Otras pocas, And Just Like That. Recientemente, he visto Divorce también. Y algunas películas de ella...Me he sentido identificada con las protagonistas de la serie principal, salvando bastantes distancias, porque casi íbamos "creciendo" a la par. Las edades, las mismas épocas vividas. Eso une mucho. También la evolución de las series a lo largo de los años. La evolución de los personajes.
Muy diferentes entornos, desde luego. Y diferentes niveles a todos los niveles. Dejo que lo interpretéis como gustéis.
Pero quería centrarme en los personajes que interpreta Parker. Tiene un atractivo especial y, a su vez, también echa para atrás en multitud de comportamientos dignos de una niña mimada, tremendamente insufrible en ocasiones. Aún así, es cierto que tiene "algo". La fama llega por un motivo y su motivo podría definirse de mil formas.
Quizá sea su belleza diferente. Aunque, ahora que lo pienso, diferentes son todas las mujeres de estas series. Cada una con sus encantos, y cada una con sus insoportables características. La diferencia es algo que valoro de forma especial en estos tiempos que corren. Cuando cirugías y tratamientos, y filtros, y bla bla bla... intentan unificar aún más a las masas. Sarah tiene una belleza natural a pesar de los tratamientos (y es sofisticada también). Su personaje principal es sensible, soñador, infantil en esa etapa adulta que nos devuelve a una niñez. Me pregunto ahora si llegamos a ser adultos alguna vez. Si alguien llega a serlo. Esa es otra cuestión que dejaré para otro momento, en el que trataré este tema sin dejar de mencionar las máscaras que algunos se colocan estupendamente.
Y, de repente, la vida. En alguna frase le he escuchado decir a Carrie que esta no tiene sentido. Que con la edad aprendes eso. Lo sufres, lo vives, lo aprendes. Esto último es lo bueno que puedes llevarte para relajar el futuro. Una forma de relativizar todo lo que venga... No hay más. Es esto. Te ha caído encima y tienes que sobrellevarlo de la mejor manera posible.
Es una serie. No es real. Pero, si ha caído en gracia entre el gran público, es por una identificación. Si no te identificas con algo, te alejas. Si te identificas, te atrae inevitablemente.
Ahora, en And Just Like That, se tocan temas de actualidad; Las redes, la educación con las redes sociales, la salud mental, la identidad de género, las libertades que se abren camino y que yo pienso que también están eclipsando falta de libertades en otros ámbitos muy importantes. La madurez (en términos de envejecimiento también) de cuerpo y alma, la muerte, el amor en edad madura, la desaparición del amor y la soledad...
Todos buscamos esa mano que nos agarre en los momentos más difíciles. Los personajes de Sarah con sus saltitos y demás movimientos graciosos y sus coqueteos con la cámara, tienen una razón fundamental para atraer de alguna manera; Una naturalidad y sinceridad que no pueden esconderse ni tras los modales refinados, ni con la moda de alto copete ni con la educación hipócrita que todos acabamos por perder en algún instante al menos, a Dios gracias.
No sé si acabo de inventarme este término de Educación hipócrita. En cierto modo, tiene su sentido.
Por cierto, iba a hablar de Sarah y de sus personajes y me he dispersado. Lo dejaré escrito así. Y añadiré para incrementar la dispersión que me ha llamado también la atención la evolución del personaje de Miranda (Cynthia Ellen Nixon) entre las dos series de este célebre grupo de amigas. De una Miranda segura de sí misma y fuerte a una Miranda que se deja llevar hasta el infinito. Ella menciona en la madurez que tiene derecho a eso. A dejarse llevar sin más. Sobre todo, porque no lo ha hecho nunca.
Y se me acaba de ocurrir otra pregunta que ya me preguntaba allá por las temporadas iniciales de Sexo en NY, y que seguramente nos hemos preguntado casi todos los que hemos buceado por sus capítulos: ¿Qué ocurriría si se tratase de un grupo de amigotes y hablasen de mujeres en el mismo tono con el que estas simpáticas amigas hablan sobre hombres y sus divertidas anécdotas? Es cierto que habría alguna que otra polémica más sobre la mesa de las actualidades.
Continuemos con el fin de semana antes de que la Semana Santa lo invada todo. Hasta las más bellas procesiones.